Han pasado algunos años desde mi
nacimiento, y hoy, en este punto tengo más preguntas que respuestas. He
entendido que existen diferentes perspectivas de la vida, lo que hace que
seamos diferentes y únicos en el mundo, que algunos viven para crear sistemas y
procesos y otros para idear caminos y nuevas experiencias, que para innovar es
necesario probar los caminos que otros han recorrido y ser tan crítico como
para reconocer cuando estas es un camino adecuado y cuando no.
Que para
intentar, debes aceptar la posibilidad del fracaso, y que lo desconocido, más
allá de ser oscuro, a veces suele ser más brillante de lo que posees. Por ello
muy al contrario de lo que muchos creen, mientras más tratas de ampliar tu zona
de confort y con esto me refiero a esa zona de cosas conocidas que puedes realizar
con los ojos cerrados, y de la cual no debes salir porque horribles, indescriptibles
e indecibles cosas te van a pasar como que te aplaste un avión o regreses con
el “rabo entre las patas”, es entonces cuando entiendes que es necesario
invertir tiempo, dedicación, esfuerzo y pasión por lograr un avance en lo que sea
que intentas hacer.
Para ello sobre todo debes ser
muy crítico y estricto contigo mismo para lograr aquello que deseas.
Posiblemente encontrarás muchas personas que te dirán que no hay un sentido lógico
para aquello que te has propuesto, o que existen caminos más sencillos donde no
debes trabajar tanto, o quizás que eso que deseas simplemente no es para ti
porque Dios, el cosmo o el destino no desea que sea para ti. Sin embargo, hoy,
a mis 29 años de edad puedo decir que Dios siempre quiere y querrá que seas
pleno, que alcances la plenitud en tus planes. El Dios en el que empecé a creer
a los 16 años de edad, y el que me ha hecho dirigir mis decisiones, aunque esta
afirmación puede ser cuestionada por cualquiera que quiera juzgar la dirección
que en los recientes años ha tomado mi vida, que si bien acepto me han alejado
de las personas que pretenden “culpar” a Dios de sus “cómodas” situaciones, también
acepto que me han llevado a expandir mi anhelos y a creer que en manos de Dios
puedo llegar a hacer mayores cosas de las que hoy hago, y que en mi antigua y egoísta
visión creía que eran muy lejanas e inalcanzables.
Hoy por hoy creo que cada
ser humano ha nacido para algo más que crecer y morir, hoy creo que hemos
nacido con un propósito, un propósito mayor a unas simples palabras. Quería
crear esta introducción a este blog de hoy en el que compartiré fotos que
representan de alguna forma las experiencias más significativas que hasta ahora
he tenido, y algunas de ellas no había mostrado hasta hoy, espero lo disfruten
y compartan conmigo sus comentarios
El IVIC me ayudó a descubrir el poder de una perspectiva |
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